El buen diseño no es una cuestión de gustos.
Acá voy a entrar en una discusión muy polémica y me voy a parar del lado de que el diseño no es arte. Es comunicación. Un buen diseño no puede depender de los gustos personales del diseñador ni del cliente dueño de la marca.
Cuando se arma el proceso de diseño de cualquier pieza, ya sea logo, tarjetas, web o la identidad de marca completa… todas las decisiones cuentan. Si esperamos que nuestro diseño tenga éxito y le llegue efectivamente a nuestro cliente ideal, no podemos dejar nada al azar. Cada elección tipográfica, de color, de estructura, etc suelen generar sensaciones y enviar determinados mensajes. Por más que nos guste mucho la Comic Sans, nunca podríamos usarla para un estudio jurídico tradicional ya que la connotación que tiene esa tipografía, no iría de la mano con el mensaje que el estudio quisiera dar.
Muchas veces, ante un nuevo proyecto suelen llegar clientes que tienen una imagen en su cabeza donde quieren reflejar todos sus gustos preferidos en una sola pieza. Entonces llegan con elecciones de paletas cromáticas, imágenes descargadas de internet y tipografías fantasías que al no verlas muy seguido tienen la idea de que harán su diseño más original. Todo esto, sin saber que probablemente ninguna de esas elecciones sigue una linea o un concepto coherente para el desarrollo de su diseño. Por más que intentemos hacer que todas esas elecciones fluyan y trabajen juntas, sería algo forzado intentando encajar en un público para el que no fue pensado. Como resultado, es un diseño que no tendrá fuerza y no cumplirá su objetivo de comunicación.
Esto no quiere decir que no podamos ponerle un poco de nuestra personalidad siempre y cuando esté alineado con lo que nuestra marca quiere comunicar y apuntado a un público específico. Por eso, es que digo que el diseño no es una cuestión de gustos. Puede ser que te encante tener una paleta rosa para tu negocio, pero si no está alineado con tu público objetivo, de nada sirve. Entonces, antes de crear cualquier diseño, debemos ser conscientes de lo que queremos comunicar y a quién. A partir de ahí vamos a poder empezar a tomar las decisiones correctas en cuanto a herramientas y gustos.
El logo no es un accesorio
Otro caso que suele suceder, es el desconocimiento de la función de un logo. Mucha gente, considera que al logo como una pieza accesoria. La podes tener o no. Lo podés mandar a diseñar o lo podes bajar de Google, modificarlo un poco y es lo mismo. Lo importante es tener una imagen con el nombre de la empresa que sirva para imprimir en las tarjetas personales y ya está.
Esto es un error común por la gran confusión que hay alrededor del concepto de logo. Para empezar, debemos decir que es una pieza fundamental para el reconocimiento de la imagen de marca de un emprendimiento. Es la cara visible, lo primero que la persona va a reconocer y asociar a la experiencia que le transmita la marca. Entonces, no es una pieza que pueda hacerse en 5 minutos ni bajarse de Google. Como mencionaba en el punto anterior, cada decisión debe ser tomada a conciencia basandose en la elección del público objetivo y en el mensaje que la marca quiera transmitir. Cada elección tipográfica, de íconos, de color, etc que vayan a conformar ese logo, debe ser pensado estratégicamente para acompañar ese mensaje y representar correctamente a la marca.
El logo no es lo mismo que imagen de marca
Esta es otra confusión muy común. Cuando hablo de branding o de imagen de marca, enseguida se suele pensar en el logo. La realidad es que es mucho más que eso.
El logo es una imagen representativa de la marca, lo primero que el cliente va a asociar con los productos o servicios del emprendimiento. Es una única pieza que a lo sumo cuanta con algunas pocas variables. Un buen logo debe ser simple y comunicar un único mensaje de forma rápida y sencilla para que la gente lo asocie con el resto de la experiencia que presente nuestra marca. Un ejemplo de logotipo sería:
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Lo importante para que una imagen de marca funcione es que trabaje en forma de sistema. Todas las piezas deben contar con algunas decisiones constantes y algunas variables. Las decisiones constantes hacen que podamos reconocer las diferentes piezas como parte de la misma marca aunque las veamos en distintos momentos y lugares. Las variables hacen que nuestra comunicación no se vuelva monótona y aburrida.
Un ejemplo de imagen de marca puede ser:



El diseño de marca no es opcional (ni se debería crear sobre la marcha)
Si queremos que nuestro negocio crezca y se mantenga en el tiempo, llega un momento en que contar con una imagen de marca es fundamental. Veamos los puntos más importantes de esto:
Sin una imagen de marca:
El público no te recuerda (por lo tanto, no vuelve a comprarte).
No podés destacar sobre la competencia
No podés aumentar tus precios
Debés trabajar el doble por llamar la atención de los clientes
Photoshop no es diseño
Por último quiero charlar de un pensamiento muy común también. Tener Photoshop en nuestra pc y conocer sus herramientas en profundidad, no es saber diseñar. Este es un error en el que caí yo también cuando era joven y te voy a contar por qué:
A fin de 2009 terminé el secundario y estaba decidida a estudiar diseño gráfico. Durante el verano, hasta que comenzaran las clases en la universidad, decidí buscar trabajo en un estudio de diseño. Fui a mi primer entrevista, con mi cv hecho en Word (probablemente en ese momento haya usado Comic Sans pensando que era una fuente “divertida”). Cuando me preguntaron por mis conocimientos en diseño automáticamente contesté: “Aunque todavía no empecé la carrera, ya sé usar Photoshop. Así que si bien me falta mucho por aprender, ya estoy en camino para arrancar acá”. La entrevistadora (que es diseñadora gráfica) me miró y me dijo: “No sabés nada de diseño. Volvé cuando hayas avanzado en la carrera”. En ese momento me sentí super ofendida. Cuando finalmente empecé a hacer las materias en la universidad, me di cuenta que tenía toda la razón. Conocer el programa, no tiene nada que ver con saber diseñar. Photoshop es una herramienta pero sin el resto del conocimiento, no hacemos nada.
Para poder hacer un buen diseño es necesario saber de teoría del color, de tipografías, de estructuras entre muchas cosas más. Por lo tanto, acá quiero desmentir este gran mito que circula mucho… usar Photoshop, no es diseño.
Bueno, estos son mis 5 mitos con los que me fui cruzando a lo largo de mi carrera.
Desmentidos.
¿Tenés algún mito más que consideres que pertenece a esta lista? ¡Te leo en los comentarios!